En el DSM-III-R los criterios para el diagnostico del trastorno
de la personalidad antisocial son amplios, mientras que en el DSM-V son
reducidos y subrayan las características del trastorno de la personalidad
antisocial.
A diferencia del DSM-V, el DSM-III-R da criterios a cumplir en
distintas etapas de la vida, únicamente incluyendo al adolescente, el adulto
joven y el adulto. Asimismo, pone criterios a cumplir en situaciones de roles,
como estudiante, padre o cuidador; y en ámbitos como el laboral.
Además, en el
DSM-III, incluye el criterio de que el sujeto no mantiene una relación
totalmente monogamica durante más de un año. Tal vez porque este criterio no solo depende del sujeto con trastorno de
la personalidad antisocial, sino que también depende de su pareja que llegue a
mantenerse en esa relación por distintas razones. Psicos.Lima (2011) en su blog
titulado Hablemos de Psicología, en la entrada “Relaciones de pareja: el estilo antisocial” expone los siguientes motivos
de tal enganche:
- Pensar que se es débil: hay personas que necesitan de una persona "fuerte y poderosa" que los defienda del mundo agobiante y amenazante.
- Su valentía me hace admirarlo(a): hay personas que admiran a su pareja antisocial por ese desprecio hacia el miedo que tienen, sin embargo, hay que considerar que la "valentía" del antisocial roza o mejor aún supera la temeridad, pues no razonan ante el peligro, ni siquiera lo consideran como una ligera amenaza
- Adicción al peligro: hay personas que sienten que viven una vida monótona y necesitan de emociones fuertes, de "sentirse vivos", justamente ellas son candidatas perfectas para enganchar con una persona con estilo antisocial.
REFERENCIAS
Psicos.Lima
(2011) Hablemos de Psicología: Relaciones de pareja: el estilo antisocial.
Perú: Lima.
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