El grupo B de los Trastornos de la personalidad agrupa un
conjunto de síndromes “dramáticos” o “erráticos” que el DSM-V califica como
individuos excesivamente extrovertidos, emocionales, impulsivos e inestables.
El engaño y la manipulación son características centrales del
Trastorno de la Personalidad Antisocial, y puede ser útil integrar la
información adquirida en la evaluación clínica sistemática con la información
recogida de fuentes adicionales.
Es importante no diagnosticar el trastorno de la personalidad
antisocial a las personas menores de 18 años, únicamente se realiza solo si hay
antecedentes de algunos síntomas de trastorno de conducta antes de los 15 años.
En personas mayores de 18 años, se puede diagnosticar el trastorno de conducta
solo si no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad antisocial.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Cuando el comportamiento antisocial en un adulto se asocia
con un trastorno por consumo de sustancias, no se deberá realizar el
diagnostico de trastorno de la personalidad antisocial a menos que exista
evidencia de que este estuviera presente en la infancia y haya continuado en la
edad adulta.
La conducta antisocial que se produce durante el curso de la
esquizofrenia o un trastorno bipolar, no se debe diagnosticar como un
trastorno.
Otros trastornos de la personalidad se confunden con el
antisocial por características que tienen en común, por tanto, es importante
distinguir los trastornos de la personalidad con las características
diferenciales. Pero si un individuo tiene características de personalidad que
cumplen los criterios para uno más trastornos de la personalidad, deben
diagnosticarse todos.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
Los criterios para el diagnostico del Trastorno Antisocial
de la Personalidad, según el DSM-V son los siguientes:
- Patrón
dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se
produce desde antes de los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o
más) de los siguientes hechos:
- Incumplimiento
de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que se
manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.
- Engaño,
que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para
provecho o placer personal.
- Impulsividad
o fracaso para planear con antelación.
- Irritabilidad
y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas
- Desatención
imprudente de la seguridad propia o de los demás.
- Irresponsabilidad
constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de mantener un
comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones económicas.
- Ausencia
de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del
hecho de haber heridos, maltratado o robado a alguien.
- El
individuo tiene como mínimo 18 años
- Existen
evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio antes de
los 16 años.
- El
comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el curso de la
esquizofrenia o de un trastorno bipolar.
Morrison (2015), en el libro DSM-5 Guía para el Diagnostico Clínico,
muestra el caso de Milo Tark, quien
…tenía
23 años, era bien parecido e inteligente. Cuando trabajaba, ganaba buen dinero
en la instalación de sistemas de calefacción y aire acondicionado. Habia
entrado al negocio al salir de la preparatoria, […]. Desde entonces, había tenido
por lo menos 15 empleos; el mayor tiempo que había durado en alguno era de 6
meses. Milo fue referido para valoración después ser atrapado tratando de timar
a unos clientes ancianos en un cajero automático. (pág. 543)
En la
entrevista inicial su padre declaro que había sido difícil educar a Milo, desde que era niño. Milo participo en muchas peleas desde una edad temprana. A los
5 años se había manchado de sangre la nariz. En la secundaria fue suspendido al
extorsionar a un niño de 8 años con dinero, al terminar la suspensión, se fue
de pinta por 47 días seguidos.
Posteriormente tuvo una serie de encuentros con la policía,
el primero fue con robo a tiendas, después allanamiento, hasta el robo de auto
que llevo a cabo a los 15 años, tal robo hizo que lo enviaran a un campo
administrado por las autoridades juveniles del estado.
Después de la detención, permaneció dos años evitando el
arresto y en su cumpleaños 19 celebro emborrachándose y uniéndose al ejercito.
Poco después fue expulsado, por compartir cocaína a sus barracas y atacar a dos
cabos. Asimismo, durante los siguientes años “trabajo cuando necesitaba dinero
y no podía conseguirlo de alguna otra manera. No mucho tiempo después antes de
su evaluación había embarazado a una chica de 16 años de edad.” (Morrison, pág.
543)
En la
entrevista, Milo relato que “el trabajo en el cajero lo había planeado un
amigo. El amigo había leído algo parecido en el periódico y decidió que sería
buena alternativa para obtener dinero rápido.” (Morrison, pág. 544)
Se le
planteo los efectos que eso tendría sobre su madre, Milo bostezo y respondió “Ella
puede conseguir otro empleo”. (Morrison, pág. 544)
En la evaluación de Milo, se pudo
notar que cubría con facilidad los criterios para trastorno de la conducta a
los 15 años (criterio C del TPA). Morrison (2015), en la evaluación, dice que
Milo
Avanzo a la criminalidad franca del adulto, misma que persistía
al inicio de la tercera década de la vida: actos ilegales repetidos (A1),
ataques (contra el personal del ejercito-A4), registro laboral irresponsable
(A6), impulsividad (no planear el robo en el cajero automatico-A3) y falta de
remordimiento (en relación con su madre y la niña a la que había preñado-A7).
Sus síntomas tocaban las áreas de la cognición, el afecto, el desempeño
interpersonal y el control de impulsos. Por supuesto, tenía en ese momento edad
suficiente (más de 18 años-criterio B) para justificar un diagnostico de TPA.
Con una calificación EEAG de 35, el diagnostico
completo de Milo sería el siguiente:
F60.2 [301-7]
Trastorno de la personalidad antisocial
Z65.3
[V62.5] Arresto por fraude en cajero automático.
(pág. 544-545)
REFERENCIAS
American Psychiatric Association (2014) Manual Diagnostico y
estadístico de los trastornos mentales: DSM-5. España (Madrid): Editorial
Médica Panamericana. (Traducción al español por CIBERSAM)
Morrison,
J. (2015) DSM-V Guía para el Diagnostico Clínico. México, D.F.: Editorial El
Manual Moderno.